domingo, 27 de junio de 2010

Monstruos en el cine y la literatura

DRÁCULA


Es uno de los más terroríficos personajes creados por el hombre. Se debe a Bram Stoker, quien, al escribir sobre las leyendas vampíricas rumanas, ideó al emperador de los vampiros: Drácula. Según la fantasía popular, los vampiros son unos seres que durante el día yacen como cadáveres en sus ataúdes. Pero al llegar la noche salen de ellos para morder a sus víctimas.

Este personaje sólo puede ser destruido por la luz del sol o atravesándole el corazón con una estaca.

EL MONSTRUO DE FRANKENSTEIN

El más popular mito de la literatura de terror fue escrito por una joven de 19 años. Se llamaba Mary Wollstonecraft Shelley.

La obra fue desarrollada con motivo de una apuesta entre amigos en una aburrida velada a orillas del lago de Ginebra el 16 de junio de 1816. Se trata de un doctor, el barón Víctor Frankenstein, que, sirviéndose de restos humanos, crea un gigantesco ser incapaz de ser dominado por su creador.

LA NOVIA DEL MONSTRUO DE FRANKENSTEIN

El terrible éxito popular de las historias sobre el monstruo de Frankenstein ha catapultado a toda una serie de personajes a su alrededor, de gran aceptación, como Igor, o la novia que reclama para sí al doctor.

Al negarse éste, el gigantesco monstruo entra en cólera y amenaza con exterminar a toda la familia de su hacedor.

En el corazoncito del monstruo siempre hay un lugar para las damas y las niñas. Stoker, su creador, dio mucho énfasis a la amistad del ser con una niña.

EL HOMBRE LOBO

Este monstruo transformista es un ser desgraciado, ya que la metamorfosis que sufre en las noches de plenilunio lo es contra su voluntad.

El cine se ha aprovechado mucho de este ser desgraciado y fue Lon Chaney el actor que mejor personificó en la doble faceta de humano y bestia del hombre lobo.

La inoculación del germen se transmite por mordedura profunda, siendo sus víctimas preferidas las mujeres que pasean de noche a la luz de la luna llena.

CARMILLA



El erotismo es un elemento insustituible en los films de terror. Tal es el caso de Carmilla, una vampira creada por Sheridan le Fanu, tan bien escrita que influyó enormemente en el creador de Drácula, Bram Stoker.

Tras la apariencia angelical de la hermosa hija del barón Von Karnstein se oculta un feroz vampiro femenino. El mordisco de la bella en el cuello de la víctima es una escena erótica imprescindible en cualquier película sobre Carmilla.



LA MOMIA


Los padres de este mito fueron Edgar Allan Poe y Teófilo Gautier, que jugaron con el mito de la bella y la bestia en versión egipcia.

Un sacerdote llamado Imhotep cometió el gran pecado de amar a una princesa y, siglos después, en 1921, una hermosa muchacha inglesa recibe la llamada de Imhotep: es la momia. Bajo un conjuro, el sacerdote vuelve a la vida para vengarse y conseguir la muerte de la chica y con ello, la inmortalidad y el amor sin tiempo. Pero fracasa...

DOCTOR JEKYLL Y MR HYDE

Esta historia de transformismo se debe a la pluma de Robert Louis Stevenson, que jugó con el clásico mito griego de las dos caras de un mismo personaje: la parte buena y la bestia que todos llevamos dentro.

El Dr. Jekyll, investigando una vacuna para alargar la vida, decide probarla él mismo. Al momento, sufre una horrible metamorfosis, convirtiéndose en un ser brutal. Llega hasta el asesinato y el científico pagará con la muerte su transgresión de las normas morales.

LAS MANOS DE ORLAC

En 1935 se rodó la película “Las manos de Orlac”. El drama es tan emocionante que se han llegado a hacer varios films más sobre el pianista Orlac.

Orlac Pierce, famoso pianista, sufre un terrible accidente ferroviario, perdiendo sus dos manos en la tragedia.

Un doctor le implanta dos nuevas manos -de un asesino- y, a pesar de su voluntad, las manos le obligan a... ¡matar!

LA CRIATURA DEL LAGO NEGRO

Los guionistas situaron a la criatura en Sudamérica, en las impenetrables selvas amazónicas, un lugar muy eficaz para causar el pavor de los nativos, que jamás se acercan a La Laguna negra, sede el monstruo. Su fea monstruosidad destaca de la belleza femenina de la protagonista, de la cual la criatura se enamora locamente.

Los malos espíritus, los espectros, los muertos vivientes, son fenómenos misteriosos y enraizados en el alma humana que el cine ha sabido aprovechar, como “La noche de los muertos vivientes”. Y también los pintores, como Clairin en “La aparición”.

Miriam es condenada a vivir eternamente y vaga a través del tiempo como un espectro. Pero cada seis meses asesina a una inocente... ¡es el modo de cumplir un viejo ritual que la hace inmortal.

DORIAN GREY

El autor literario de la obra “El retrato de Dorian Grey” fue el gran poeta inglés Oscar Wilde. En otros tiempos, los hombres creían que podían pactar con el diablo ofreciéndole, a cambio, su alma. Tal es el caso de Fausto y el aristócrata inglés de esta obra. A cambio de la eterna juventud, el aristócrata vende su alma al diablo, pero algo sucede en el retrato que se ha hecho pintar siendo joven: ¡la obra refleja en su rostro las huellas de sus crímenes!

Típico caso real donde el cine ha hurgado en muchas ocasiones buscando el porqué de tantos asesinatos. El éxito de cualquier película de terror consistente en mantener el secreto, el suspense de la historia. Pues bien, el asesino múltiple, Jack, a quien llamaron “el destripador” jamás fue descubierto. Sembró el terror en Inglaterra, asesinando por la noche a infinidad de personas.

Este personaje, inspirado en hechos reales, se ha llevado al cine en muchas ocasiones: con el fin de conseguir dinero para pagar sus múltiples deudas de juego, Peter More decide estrangular a sus víctimas para robarles. Descubierto y perseguido por la policía es acorralado en la Catedral de Saint Paul. Al sentirse atrapado, el hombre cae desde lo alto de una de sus torres

NOSFERATU

En 1922 Murnau realizó una escalofriante película basada en la novela Drácula. Un “nosferatu” es un vampiro humano con la fuerza de veinte hombres. Todos los muertos están a sus órdenes, incluso las ratas y murciélagos.

Nuestro nosferatu, el conde Orlok, persiguiendo a una de sus víctimas, abandona su castillo de los Cárpatos y embarca para Bremen. Pero su víctima, la señora Hutter, le tiende una trampa y Orlok es destruido al ser tocado por la luz del sol

LA MÁSCARA DEL DIABLO

La fealdad física determina una fealdad moral y, ¿hay una máscara más horripilante que la del diablo? Sometida a la tortura de la “Máscara del Diablo”, la bruja Asa fallece víctima del furor de la época hacia la brujería.

Cientos de años después, una gota de sangre cae accidentalmente sobre sus restos. El conjuro diabólico interviene y la bruja Asa vuelve a la vida para tomar venganza sobre los descendientes de aquellos que la habían maltratado.

EL MUSEO DE CERA

En la galería de curiosos personajes nos encontramos con el clásico científico loco. Estos caballeros cuya búsqueda del conocimiento y la perfección les lleva a la demencia son personificados por actores de gran valía como Vincent Price.

En la película “Los crímenes del Museo de Cera”, Vincent Price encarna a un escultor obsesionado por fabricar figuras de cera tan reales que no duda en asesinar para realizar sus deseos. Las víctimas son cubiertas de cera.

Otro triste caso real que fue llevado al cine en “Cuentos inmorales”. Se trata de la condesa Elizabeth Bathory, llamada también “La condesa sangrienta” por sus infames crímenes realizados en su condición de “sangre azul".

Intentando conseguir la eterna juventud, la condesa hacía detener a las más bellas jóvenes para luego asesinarlas con el fin de bañarse con la sangre de sus víctimas.

Se cree que llegó a matar hasta 600 muchachas.

EL GOLEM

Las leyendas judías sirvieron de guía a esta obra, surgida de la mente del escritor austríaco Gustav Meyrink, nacido en Viena en 1868. Se trata de un rabino que, necesitando un criado, creó un ser de arcilla por medios rituales, dándole vida propia. Sin embargo, al cabo de seis días, el ser se rebela contra su creador y huye sembrando el terror y la destrucción a su paso.

ZOMBIE


Es un ser muerto y luego revivido, pero sin cerebro ni alma. Estas leyendas son muy populares en el Caribe.

Se dice que, mediante un rito vudú, la persona hechizada es desprovista de voluntad propia, obedeciendo únicamente las órdenes de aquel que la ha convertido en un muerto en vida.

El cine se ha aprovechado de los zombies y existen en el mercado infinidad de películas con estos alucinantes seres sin cerebro.

EL FANTASMA DE LA ÓPERA

El público conoció a este fascinante ser en la obra del escritor francés Gastón Leroux.

Las alcantarillas de París, la música de órgano, la amargura de este ser, son los elementos básicos para otorgar al “Fantasma de la Ópera” un lugar destacado en los mitos de terror.

Se trata de un gran músico que, al quedar desfigurado a causa de un incendio, se refugia en las cloacas de París. Pero todo le va mal cuando rapta a una cantante para mostrarle sus nuevas obras musicales.

Entrevista a Anne Rice

Entrevista realizada para Fantasymundo donde la conocida autora de una de las más famosas sagas vampíricas nos habla de su pasada trayectoria y de sus planes de futuro en el terreno literario


Anne Rice es una personalidad controvertida, un fenómeno de masas cuyo talento literario es innegable, y cuya visión del terror resulta, cuanto menos, revolucionaria y muy acorde con los tiempos que vivimos. Subyugada por los vampiros, y decidida a dar a su tradicional mundo de tinieblas un enfoque distinto, Rice sorprendió al mundo con el alumbramiento de una saga larga y compleja, que evoluciona incluso para poner contra las cuerdas constantemente sus fundamentos, traicionándose a si misma una y otra vez, tan sólo para asegurarnos que no hay nada que podamos dar por sentado, en lo que podamos confiar.

"Tras el éxito editorial, fui vista como una persona de pleno derecho. Me gustó aquello, por supuesto, me encantó el respeto. Siempre he sido una persona muy intensa, y me encantó ser reconocida por mi trabajo."

En tiempos como estos, en los que fenómenos mediáticos como “Crepúsculo”, de Stephenie Meyer, irrumpen en escena con atronadoras campanas, quizá debiéramos acudir a la verdadera fuente de toda esa plétora de terror actualizado a la sensualidad sin complejos que demanda nuestra sociedad liberada, la propia Anne Rice. Si bien ella no inventó el género vampírico, desde luego, sí puso las bases para una nueva interpretación, de la que se han aprovechado otros autores con menos talento. Nacida en Nueva Orleans en 1941, y con la alegre fatalidad de su Luisiana natal a cuestas, la autora que nos ocupa conjuga talento narrativo con visión creativa, en lo que ella llama “thriller metafísico” y otros suelen denominar “género gótico”. Conceptos como la muerte, el poder, el alma y su finalidad, la inmortalidad, el amor y la historia humana se entremezclan en sus obras fantásticas.

En 1998, Anne recobró la fe católica y eligió otro tipo de temas como marco para sus novelas, y comenzó a documentarse con vistas a la publicación de una serie de novelas sobre la vida de Jesucristo en la Tierra. Hace tiempo que en Fantasymundo teníamos ganas de hablar con esta autora tan conocida como controvertida, y por fin lo hemos conseguido. Como es habitual, bajo el texto en castellano tenéis la versión en inglés del diálogo que mantuvimos con Anne Rice. Si estáis interesados en sus obras, podéis leer varios artículos en Fantasymundo, sobre su saga vampírica y Las Brujas de Mayfair.


Alejandro Serrano: Antes de comenzar, me gustaría agradecerle esta oportunidad de conversar con usted, imagino que es una persona ocupada y mucha gente desea entrevistarla. Es una de nuestras referencias en la literatura de terror. ¿Cómo se lleva el día a día de la fama? ¿hay muchos fans deseando invadir su privacidad, como nosotros hacemos?

Anne Rice: No encuentro complicado vivir siendo reconocida. Vivo como una eremita en una tranquila comunidad de California, y la mayoría de la gente que veo todos los días no saben que soy escritora. Me comunico con mis lectores por correo electrónico, en internet, en Facebook, me gusta esta forma de comunicación. Soy una persona a quien le gusta mantener su privacidad en su propia casa.

Alejandro Serrano: ¿Cómo decidió dedicar su vida a la escritura, una profesión habitualmente desagradecida? ¿Cómo era Anne Rice antes de convertirse en un éxito editorial, y cómo ha cambiado durante todo este tiempo?

Anne Rice: Todavía estudiaba en el colegio cuando decidí ser escritora. Sabía que asumía un gran riesgo al hacerlo, pero creía en mi misma, y solo era feliz cuando escribía. Así que lo dejé todo para convertirme en escritora. Mi marido me apoyó en esta decisión, creía en mi talento, así que tenía seguridad emocional. Naturalmente, convertirme en una escritora publicada me cambió. Escribí algo sobre esto en un libro titulado “Called Out of Darkness”. Allí explicaba que antes de que me publicasen fui conocida durante mucho tiempo como la mujer de mi marido.

Tras el éxito, fui vista como una persona de pleno derecho. Me gustó aquello, por supuesto, me encantó el respeto. Siempre he sido una persona muy intensa, y me encantó ser reconocida por mi trabajo.

Alejandro Serrano: Los temas que normalmente escoge para sus libros tienen significado humano y social. El ser humano es complejo y multifacético, y eso se refleja en muchos de sus personajes. Sus libros parecen ser muy realistas, aún cuando describe criaturas o extraños lugares que no existen en este mundo o están lejos en el tiempo. ¿Qué le inspiró para escribir su saga vampírica, la de las Brujas de Mayfair o, más recientemente, “El mesías: el niño judío” o “El mesías: camino a Caná”?

"He encontrado muchos prejuicios contra mis libros sobre jesucristo. Pero no son nuevos para mi. En el pasado muchos rechazaron leer mis libros porque 'trataban sobre vampiros'".


Anne Rice: Me siento impulsada a escribir, a convertir en real la vida emocional de mis personajes. Hago uso de una gran cantidad de detalles e intento colocar al lector en un camino que le permita entender el mundo en que éstos viven, aún cuando se trate de personajes fantásticos como vampiros y brujas. No sé exactamente que me motiva para escribir sobre estos temas. Me siento obligada a hacerlo y no analizo los porqués. Obviamente, veo a los vampiros como una metáfora de la soledad que habita en todos nosotros, de lo marginado, lo inaceptable. Y siento que escribir desde el punto de vista de un vampiro me permite explorar mi propia miseria y desesperación. Cuando la fe en Dios volvió a mi, cambié. No quiero volver a escribir sobre miseria y desesperación.

Escribí mis libros sobre Jesucristo porque la fe me colmaba y quería convertirle en real para aquellos que no piensan en Él o no le aceptan. Me entusiasmó mucho hacerlo. Y continúo trabajando en estos libros. La nueva entrega, “Angel Time”, es otro gran reto que adoro asumir.

Alejandro Serrano: Tras muchos años conocida como una referencia en el mundo vampírico, ¿cómo se siente al comenzar una nueva fase con una figura tan bíblica y llena de significado para muchos como Jesucristo? ¿Qué siente cuando escribe sobre él y cómo lo hace? Las fuentes existentes sobre él son muy escasas y a menudo tendenciosas.

Anne Rice: He encontrado muchos prejuicios contra mis libros sobre jesucristo. Pero no son nuevos para mi. En el pasado muchos rechazaron leer mis libros porque “trataban sobre vampiros”. Por supuesto, esto es injusto. Mis libros tratan sobre muchas cosas, dolor, tristeza, culpabilidad, la búsqueda de significados,... Pero estoy acostumbrada a los prejuicios, mis libros siempre han tenido que superarlos.

Ahora le toca el turno a los libros sobre Jesucristo. Al principio, ocurre como siempre, la gente comienza diciendo: “Oh, no quiero leer eso, no me importa lo que trata”. Pero poco a poco ven que mis libros sobre Jesús son novelas y que funcionan a distintos niveles.

En cuanto a la documentación, estudié mucho el siglo I en la vertiente histórica y arqueológica, a través de fuentes judías y romanas. He intentado hacer real el mundo en el que Jesús caminó. Y después de todo, estas novelas están siendo un gran éxito. Recibo correos emails todos los días sobre ellos, de la misma forma que sobre mis novelas vampíricas. La gente, si logran superar sus prejuicios y dar a los libros una oportunidad, dan fuertes y positivas respuestas ante ellos.

Alejandro Serrano: Se ha definido a sí misma como creyente en la fe católica. Tras muchos años de ser atea, cree en Dios de nuevo. Nuestras creencias influyen en que hacemos en la vida y en nuestra relación con los demás. Pero... ¿Qué motivó esta vuelta a la fe católica? ¿le da nuevas fuerzas como escritora y como persona?

Anne Rice: La fe volvió a mi en 1998. Volví a la Iglesia Católica porque sentí la fe en Dios de nuevo, y esta era la iglesia en la que me crié. Me siento como en casa hablando con Dios en misa y recibiendo la comunión. Estoy profundamente agradecida por mi vuelta a la fe. Conocí la miseria como atea, y estoy feliz de haber dejado esa parte de mi vida atrás. Como católica, dispongo de muchos temas sobre los que escribir, y estoy feliz de haberme convertido en una nueva escritora con un nuevo desafío espiritual. Me siento llena de nueva energía y optimismo. Me encanta ser capaz de ir a la iglesia y rezar junto a mis compañeros católicos. Es algo maravilloso.

Alejandro Serrano: “Angel Time” saldrá a la venta el 27 de octubre de este año. En algunas de sus novelas parece fascinada por la influencia de la religión en la vida de la gente. ¿“Angel Time” podría ayudar a la gente a encontrarse con ellos mismos de alguna forma? ¿cual es el propósito de la novela, puede darnos detalles sobre ella?

Anne Rice: “Angel Time” es un thriller católico. En otras palabras, tiene mucho de suspense, de aventura, que intenta dibujar a un héroe cristiano, que cree en Dios y en los ángeles, y busca servir a Dios en el mundo. Me he divertido mucho escribiéndolo. Tengo la esperanza de que este libro demuestre a mis lectores más antiguos (quienes disfrutaron con los libros sobre vampiros) que un thriller católico puede ser tan emocionante como uno secular. No hay ninguna razón para que alguien no pueda sentirse emocionado con este tipo de libros. Sí, espero ayudar a los lectores a pensar sobre la fe y el amor a Dios. Todo buen libro debería tener muchos significados.

Alejandro Serrano: ¿Qué planes tiene Anne Rice tras esta última trilogía?

Anne Rice: Mis planes de futuro pasan por terminar los libros sobre Jesucristo, probablemente se publicarán dos más antes de que narre la vida de Jesús sobre la Tierra. Estos libros son la más plena expresión de mi vocación.

Alejandro Serrano: Todos sabemos que no habrá más libros sobre Lestat, los vampiros en general o las Brujas de Mayfair, y probablemente sea lo mejor. Pero personalmente, he de agradecerle que los escribiese, ellos me abrieron la puerta a todo un mundo lleno de terror, humanidad, erótica y realismo. ¿Reniega de ellos?


"Si, me encantaría aparecer en True Blood, aunque fuese en un papel menor. Me gustaría sentarme en el bar de Sam Merlotte, escribir en mi diario y tomarme una coca-cola".


Anne Rice: De ninguna manera reniego de mis libros vampíricos o sobre las Brujas de Mayfair. Adoro oír hablar a los lectores sobre esos libros. Confío en que esas novelas funcionan a distintos niveles, y fueron escritos con total sinceridad. Tratan sobre la vida, aunque sean fantásticos. Tienen que ver con nuestra lucha en este mundo por encontrar significados que no encontramos. Me gusta que me hablen de ellos, y escuchar sus interpretaciones. Y creo que reflejan mi largo camino hacia Dios. Me alegra mucho que sean descubiertos por nuevos lectores.

Alejandro Serrano: Todo escritor ha sido antes un lector... ¿qué autores son sus referencias y cual es su libro favorito?

Anne Rice: Leo muy poca ficción, pero la disfruto mucho. Mi autor favorito es Charles Dickens, y mi libro favorito “Grandes esperanzas”. Me encanta esta novela, me enseñó mucho. Vuelvo a ella cada dos años, más o menos, la releo y recuerdo todas las lecciones que Dickens tiene que enseñar. También me encanta Hemingway, he leído toda su obra de ficción.

También me encanta Virginia Woolf, sobre todo sus novelas “La señora Dalloway” y “Al faro”. También me gustan Carson McCullers y Tennessee Williams. Aprendí mucho de todos estos autores, y de otros. Me especialicé en Literatura Inglesa en la Universidad y aprendí mucho de grandes escritores. También me encanta Shakespeare, he leído casi todas sus obras.

Alejandro Serrano: Walter Cronkite murió hace poco, a la edad de 92 años. Obama dijo sobre él: “Fue a guerras y manifestaciones, marchas y eventos, nos informó de forma sosegada sobre lo que necesitábamos saber. Por encima de todo, nunca perdió su integridad”. Deja un vacío en el periodismo estadounidense, en el que el sensacionalismo parece la norma. Hoy en día las noticias parecen a menudo tendenciosas. ¿Necesitamos más periodistas como Cronkite en el mundo? ¿Es más sencillo transmitir ideas a través de la literatura?

Anne Rice: De hecho, aunque Walter Cronkite fue grande, el mundo es mucho mejor hoy en día con las noticias por cable. Tenemos una cobertura muy amplia cada día, así que nos podemos mantener informados. No quiero volver al mundo en el que vivió hace años Cronkite, cuando sólo había tres redes informativas en EE.UU. y las noticias se limitaban a ocupar un espacio de una hora diaria.

En el mundo del cable, tenemos a muchos corresponsales extranjeros, y la mayoría trabajan para la CNN; viajan alrededor del mundo para traernos las noticias. Es un mundo mejor, creo en la CNN. Se esfuerzan por ser imparciales.

Alejandro Serrano: Dijo que “creo que los personajes humanos de True Blood son mucho mejores que los de mi saga vampírica”. También me gusta True Blood, pero no hay forma de compararlos, en mi opinión los de su saga son mucho mejores. ¿Qué piensa sobre ello? ¿aparecería en la serie de la HBO si le piden hacerlo en un papel menor?

Anne Rice: Si, me encantaría aparecer en True Blood, aunque fuese en un papel menor. Me gustaría sentarme en el bar de Sam Merlotte, escribir en mi diario y tomarme una coca-cola (no toco el alcohol). Me gusta la serie porque es diferente el modo en que tratan a los personajes vampíricos. Me divierte por su tratamiento lúdico, el humor que destilan es muy ingenioso. La serie dibuja bien a los típicos personajes sureños y lo encuentro divertido. Por supuesto, hice cosas distintas, precisamente por esta razón soy libre para divertirme con True Blood.

Alejandro Serrano: Nueva Orleans es una ciudad que me fascina, aún vista desde fuera. Si pudiera elegir una ciudad a visitar, no lo dudaría, por su ambiente, su música, sus edificios, su gente,... y sus novelas. ¿Qué puede contarnos sobre la ciudad?

Anne Rice: Echo muchísimo de menos Nueva Orleans. En mis novelas, le rindo tributo todo el tiempo, a través de su belleza, sus magníficos robles y preciosas puestas de sol, amo su arquitectura, sus magníficas y viejas casas construidas alrededor del año 1800, que conservan su belleza y encanto,...

Desearía estar allí ahora mismo. Echo de menos mi vida familiar en Nueva Orleans. La gente vive allí en familia como no lo hacen en otros lugares de los Estados Unidos. Grandes familias se juntan para celebrar los días sagrados y las festividades, y es espléndido. Echo mucho de menos los disfraces de Nueva Orleans, las celebraciones del Mardi Gras, la parada del Día de San Patricio y el Día de San José. Nueva Orleans es una ciudad católica, y en muchos aspectos mediterránea. Simplemente, la amo. Quizá algún día vuelva, espero que sí. Cuando me llegue la hora, me enterrarán allí junto a mi marido y mi hija en nuestro panteón familiar.

Alejandro Serrano: Gracias por atendernos, ha sido todo un placer, Anne :-)

Anne Rice: Gracias a vosotros por invitarme a hacer esta entrevista.

Entrevista a Stephen King





Stephen King nos cuenta varias anécdotas y recuerdos valiosos





Era un chaval y ya se sacaba unos dólares vendiendo historias de miedo. Y aún sigue. Su éxito arrasa librerías, cines, televisiones... y también Internet, donde su libro Riding The Bullet es el pionero de los best sellers cibernéticos. Una exclusiva con el gurú del terror por antonomasia.

Es tal vez el primero de la lista dentro del exclusivo club de Los Escritores del Millón de Dólares. Ante las constantes censuras que recibía por parte de los diversos críticos literarios, King les respondió: «Soy a la literatura lo que McDonald's a la gastronomía.»

Pero, sin duda alguna, nadie puede negarle un lugar entre los escritores de best sellers más prolíficos. Escribe seis horas diarias todos los días, menos los de Navidad, 4 de Julio y el día de su cumpleaños. Asegura que no le gustan mucho las entrevistas en general, y menos aquellas en las que debe hablar de su vida privada, pero también sabe que es parte de su trabajo.

Nacido hace medio siglo en Portland, su gran altura y sus gafas de gruesos cristales hicieron de él una persona retraída y muy tímida. El escritor de más éxito en Estados Unidos se define como un "hombre sencillamente norteamericano", al que le gusta el rock&roll, el equipo de béisbol de los Red Sox, el tenis y el tabaco, algo que está intentando abandonar. En 1976, King tuvo su primer gran éxito, al estrenarse la adaptación cinematográfica de su novela Carrie, dirigida por Brian de Palma. Después seguirían El misterio de Salem's Lot, El resplandor, La danza de la muerte, La zona muerta, Ojos de fuego, Cujo, Christine... y un larguísimo etcétera.

Un gravísimo accidente sufrido el año pasado, cuando caminaba por la carretera, le llevó al borde de una muerte que él siempre ha sabido narrar y retratar. Ahora intenta recuperar la movilidad perdida. La edición de su último libro, Riding The Bullet, en Internet, y que se puede leer en el tótem de los nuevos tiempos tras pagar unos cuatro dólares, le ha llevado a las primeras páginas de los medios de comunicación.

–Han pasado veinticinco años desde que escribiste Carrie, ¿qué significado tuvo para ti ese primer éxito?

–El poder pagar la calefacción durante los dieciséis meses siguientes. Esto, en el sentido económico; y en el sentido particular de mi vida, Carrie me puso al borde del infarto mientras mi editor no hacía más que llamarme para preguntarme insistentemente: «¿Y la próxima? ¿Para cuando la próxima?» Al fin descubrí que Carrie, el personaje, se había vengado de mí a su manera, me había puesto en la lista de best sellers de todo el país, lo que me obligaba a tener que escribir una nueva y buena novela de terror. A partir de entonces, siempre que tengo un éxito yo lo llamo la maldición de Carrie, mientras que si no lo tengo, me digo: «Carrie se ha olvidado de mí esta vez, menos mal.»

–Pero eso lo puedes decir gracias a los millones de dólares que ganas con las que tienen éxito.

–Claro. El detestar el dinero es una muestra de que lo tienes. Si no lo tuvieras, no podrías detestarlo (risas). Entiéndeme. Para mí, tener dinero supone poder escribir sin temor al recibo del alquiler o de la luz. El dinero, hasta una cantidad, es útil, pero cuando pasas de esa cantidad, lo es para Hacienda y lo deja de ser para ti.

–Dime cómo se te ocurren esas historias de terror que ponen los pelos de punta.

–Me surgen de repente, mientras hablo contigo o en cualquier situación. Yo nunca me pongo a pensar en qué historia debo escribir, o cuál debe ser el escenario, o cómo han de ser los personajes de esa historia. Únicamente surgen en mi cabeza, con nombres incluidos, y yo sólo los paso al papel. Sé que puede sonar algo misterioso y que podría ponerle como título El hombre cuya cabeza era invadida por el terror. Te contaré una anécdota. Un día viajaba de New York a Londres a presentar una novela. Volábamos sobre el Atlántico en uno de esos puntos llamados en aviación de no retorno, en los que el avión sólo puede ir hacia delante y no regresar. Bueno, ahí va mi historia. Estaba intentando dormir cuando le pedí a una bellísima azafata que me diera una almohada. Cuando abrió el pequeño maletero que había sobre mí, pensé: «¿Qué pasaría si en este momento saliese una enorme rata y le mordiese la cara a la azafata y le comiese la nariz?, mientras un hombre de primera clase intenta hacerse con una bolsa para vomitar ante tal escena, y al abrir otro armario comienzan a saltar enormes ratas que atacan a los pasajeros e invaden el salón.» El título de la novela podría ser Las ratas del vuelo 1708. Nunca la escribí, pero como ves era una historia surgida de repente en mi cabeza, sin intentarlo. Así es como escribo.

–Algunos dirán que eres un poco raro...

–Sí, me lo decían en el colegio, pero entonces era pobre. Ahora que soy rico nadie se atreve a decírmelo. (El escritor, con cara de niño travieso y tras sus enormes gafas de miope, lanza una extraña y enigmática sonrisa después de su afirmación). Yo era el que en los campamentos siempre contaba la historia más terrorífica. Mis compañeros del colegio y mis profesores les decían a mis padres que era un poco raro y que si no me mandaban a un psicólogo podía terminar en un manicomio. En parte tenían razón, puesto que terminé escribiendo best sellers y tratando con editores, que es lo más parecido a un mundo de locos, un auténtico psiquiátrico.

–¿No has pensado en escribir novelas que traten de otros temas?

–No, nunca. El terror, si lo piensas bien, es algo que llevamos con nosotros, en el interior, como pueden ser el amor, el odio o cualquier otro sentimiento universal. Sólo tenemos que sacarlo fuera. Hay gente que se dedica a matar o a descuartizar a su prójimo, mientras que yo prefiero estamparlo en el papel, en una página en blanco. En ocasiones he intentado escribir una novela policíaca, pero lo que me ocurre es que de repente aparece en mi historia un zombi o un cadáver que habla... Entonces, la historia policial se va al traste y desemboca irremediablemente en un asunto de terror (risas). Tiene vida propia.

–¿Dejas que tus hijos lean tus historias?

–Por supuesto, ellos son mis mayores fans. Te contaré otra anécdota.

–¿De terror también?

Esta vez no. Un día, viajando en coche, mi hijo mayor me propuso que le contase una historia para saber si era capaz de provocarle terror. Le respondí que no me era posible, así que dejé pasar muchos kilómetros hasta que empecé a contarle que él era hijo de un plantador de maíz. Su familia había sido asesinada y él había sido el único superviviente. Le aseguré que el Departamento de Protección al Menor del Estado de Oregón nos lo había concedido en adopción. Vi su cara de pánico mientras iba relatándole con todo lujo de detalles su corta vida y las cosas extrañas que nos habían ocurrido a toda la familia desde su llegada. Muertes inexplicables, enfermedades de familiares que de repente se curaban cuando él lo quería... Al final, y después de decirle que era tan sólo una historia de terror, corrió a casa a buscar su certificado de nacimiento. Creo que se quedó más tranquilo cuando descubrió que había nacido en Portland y que era hijo nuestro. De aquella historia que le conté a mi hijo surgió después Los chicos del maíz.

–Tú tienes un gran sentido del humor, pero, ¿cómo puedes reírte tanto con las historias de terror que escribes?

–Es sencillo. Tal vez sea una forma de evacuar la tensión que genero con mis relatos de terror. Pero no hagas caso de los que se ríen demasiado ya que la mayoría de las veces están medio locos. La risa, en la mayor parte de los casos, esconde terror, locura, pánico, odio.

–¿Eres capaz de contarme una historia de terror provocado por la risa?

Tal vez, veamos. (El escritor comienza a ponerse pensativo mientras no deja de mirarme). Ya lo tengo. Había una vez un niño llamado Paul. Él se mostraba autista en algunos momentos del día, pero sobre todo al despuntar el ocaso. Era el único momento en el que Paul abandonaba su mundo interior y surgía dentro de él una extraña risa. A esas horas era fácil verlo debajo del hueco de la escalera que atravesaba la construcción victoriana como una gran colina de madera. Su hermana Helen, unos años mayor que Paul, se había quedado al cargo de su hermano tras un inesperado viaje de sus padres y de sus abuelos. Un día al llegar a casa vio a Paul riéndose y mirando a través de sus pequeños ojos negros el oscuro y profundo hueco de la escalera. Helen preguntó a su hermano: «¿Qué miras ahí, bajo la escalera?» Paul se volvió a mirarla con una sonrisa maligna entre sus labios y dirigiéndose a Helen le dijo: «Es divertido, ven y verás qué hay debajo de la escalera.» Helen se acercó inquieta y descubrió el terror bajo la escalera.

–Vaya con la historia. ¿Qué había bajo la escalera?

–Lo que tú quieras. El terror tiene muchas facetas. Yo sólo te he contado una historia generada por la risa, como me pediste. ¿Qué crees que podía haber debajo de la escalera?

–No sé, tal vez los cadáveres de sus padres y sus abuelos.

–¿Te das cuenta de que tú también tienes el terror dentro?

–Muchos lectores te critican que normalmente los finales de tus historias no son demasiado claros. Por ejemplo en El Resplandor.

–Pero eso es tan sólo un truco para que mis lectores desarrollen su imaginación, el terror que cada uno lleva dentro. Si yo escribiese el final tal y como lo pienso, mis libros no tendrían tanta originalidad como tienen. Es lo mismo que ha ocurrido cuando te he contado la historia de Paul y la escalera.

–¿Intuías que algún día ibas a cobrar tantos millones de dólares por tus novelas?

–Sí, creo que sí. Piensa que yo nunca he pedido dinero a mis padres para comprarme caramelos. Lo que hacía era escribir cuentos pequeños y cortos y venderlos por diez dólares a revistas como Fantastic, Fantasy o Science Fiction. Creo que por entonces tenía once o doce años.

–¿Qué escritor es el que más te ha influido a la hora de contar cuentos de terror?

–Tal vez Edgar Allan Poe, Lovecraft y, por supuesto, Richard Matheson, que es quien me enseñó que para escribir una historia de terror no era necesario situarla en un castillo medieval en ruinas o en un sótano. Matheson me mostró que el terror puede aparecer en cualquier lugar, en un simple supermercado, en tu propia calle, en tu propio edificio. Ése es el verdadero terror.

–Vender más de 200 millones de libros debe causar un gran impacto.

–Sin duda alguna, pero en especial en la cuenta corriente (risas). Hablando en serio, sí que lo causa, pero eso me ha permitido utilizar parte del dinero en obras benéficas. He organizado campañas para hacer llegar alimentos a Ruanda, Haití, Burundi o Somalia. También en EE.UU. he donado una gran cantidad de dinero para la construcción de un ala infantil en el Hospital Oncológico St. John. Creo que si son los lectores quienes me hacen ganar tantísimo dinero, a ellos no les importará que gaste parte de ese dinero en acciones buenas y necesarias.

–¿Crees que en el mundo en el que vivimos hay bastante terror?

–Claro que sí. Y si tú no piensas igual, sólo tienes que abrir un periódico, leer las masacres en países de África, o en Asia o en Kosovo. Eso sí que es terror. Lee lo que está pasando en África, Colombia, Asia. Eso sí que es terror de verdad.

–¿Serías capaz de contarme una historia corta de terror sobre un periodista?

–Déjame pensarlo. Sí, sí que podría contártela, pero para que te la contase deberías pagarme mucho dinero y mi editor se enfadaría conmigo.

–Volviendo a tus adaptaciones al cine, ¿podrías decirme cuál de tus novelas ha sido maldita para adaptarla al cine?

Alumno aventajado. Hace catorce años intenté que se llevase al cine. Se firmaron los contratos con una productora, el papel protagonista debía hacerlo o Richard Burton o James Mason, pero ambos murieron antes de empezar a rodar. Hace diez años, Nick Williamson y Ricky Schroeder comenzaron a rodar la historia, dirigidos por Alan Bridges, pero días después tuvieron que dejarlo por falta de presupuesto. En 1997, se volvió a trabajar en la adaptación para sacarla adelante y los protagonistas fueron Ian McKellan y Brad Renfro. Espero que no vuelva a suceder nada. De cualquier forma, durante el rodaje McKellan sufrió un pequeño infarto y eso me hizo pensar que tal vez la historia estuviese maldita.

–¿Cuál es el peor consejo, profesional o personal, que te han dado?

–Una persona cuya identidad no voy a revelar me dijo: «No escuches nunca a los críticos.» Creo que hay que escucharles porque a veces te muestran algo que para ti está muy claro pero que para los lectores no lo está. Creo que no escuchar a los críticos, o a los lectores, es como meter la cabeza bajo el suelo, como hacen los avestruces, para no escuchar cosas desagradables. Pero si sacas la cabeza de la arena podrás escuchar cosas interesantes y que te pueden servir para acabar con algún defecto que tengas al escribir.

–¿Recuerdas de qué se trataba la primera historia que escribiste?

–Sí, aún la tengo guardada. Tenía siete años y la escribí mientras estaba en la cama, enfermo. Me pasé todo un año convaleciente. La historia se trataba de un dinosaurio que se zampaba todo lo que tenía a su paso. Los coches, las casas, la gente. Se comía los bosques, las calles, los semáforos, hasta que un niño descubre que el dinosaurio es alérgico al cuero, así que con su pandilla organiza la resistencia y empiezan a lanzarle zapatos, botas, chaquetas de cuero, hasta que el dinosaurio va haciéndose pequeño y desaparece.

–¿La has publicado?

–Algunas editoriales me han propuesto publicarla con imágenes ilustradas para niños, pero prefiero seguir guardando esta historia en mi cajón privado.

–¿Cuáles son tus hobbies?

–Navegar en mi velero, comer langosta y restaurar coches antiguos.

–¿Quieres decir algo más?
–Nada. Ya he dicho demasiado. Ahora sabes tú más de mí que yo mismo.

Eric Frattini

Entrevista publicada en la revista MAN (Nº 153), julio de 2000





jueves, 17 de junio de 2010

Mis Peripecias Literarias

Aunque llevo muchos años escribiendo y enviando mis manuscritos a las editoriales, fue a mediados del año pasado cuando comenzó mi verdadera odisea con agencias y editoriales. Gracias a internet -antes no lo tenía- pude ponerme en contacto con un gran número de editoriales pequeñas que aceptan originales de autores noveles. Me di cuenta de que hasta entonces había estado dando palos de ciego con mis escritos, ya que los había estado mandando a grandes editoriales en las que no tenía la más mínima posibilidad. También pude contactar con diversas agencias. En una de estas agencias (la de Silvia Bastos) pasé el primer filtro de lectura con la sinopsis y los dos primeros capítulos de “La mansión de la colina”. No obstante, no volví a saber nada más de ellos (su amable secretaria me dijo por e-mail que contactarían conmigo en el más breve plazo de tiempo posible, pero no llegaron a contestarme). Con la editorial Viceversa pasé también el primer filtro de lectura con esta novela, pero al final recibí un e-mail de rechazo precisamente el día de Nochebuena; esto me sentó fatal, lógicamente. La editorial Eldalie, a la que le había enviado las primeras cincuenta páginas de mi obra, me pidió el resto de la novela al cabo de un tiempo, pero a comienzos de este año, después de más de tres meses de espera recibí su e-mail de rechazo, lo cual no me hizo ninguna gracia porque yo ya me había hecho ilusiones.


Mi segunda novela “El sueño de los malditos” no ha tenido mayor suerte, pues ya han sido rechazadas las propuestas de edición que les remití a Viceversa y a Eldalie. Sin embargo, he de decir que, tras largas esperas e innumerables negativas, he tenido la suerte de encontrar una editorial que ha decidido apostar por mis novelas. Se trata de Editora Digital, una editorial que vende libros en formato electrónico. Le estoy muy agradecido a Bea Silva, mi editora, por haberme dado la oportunidad que otros no me han brindado. El día que recibí el e-mail en el que aceptaban mi manuscrito no me lo creía; estaba muy contento al ver que mis esfuerzos habían dado fruto. Por fin he conseguido avanzar un poco en este difícil mundo, aunque soy consciente de que aún me queda mucho que aprender y muchas metas que alcanzar.